miércoles, 11 de noviembre de 2009

LA HISTORIA DE LA NAVIDAD.


LA HISTORIA DE LA NAVIDAD


“La Navidad no estaba entre las primeras fiestas de la Iglesia.” (The Catholic Encyclopedia.)

“La primera mención de la celebración de la Navidad se hizo en un calendario romano primitivo del año 336 A.C.” (The World Book Encyclopedia.)

La verdad es que hoy día estas palabras son hechos asumidos por gran parte de la población.

Simplemente usando la Biblia podríamos distinguir cómo ciertos rasgos que siempre han caracterizado la navidad y sus celebraciones son falsos, o no son de origen cristiano. La verdad es que la Biblia no nos dice cuándo nació Jesús, ni siquiera en los libros posteriores a los evangelios se menciona celebración alguna que tenga que ver con el cumpleaños de Jesús entre los primeros cristianos. ¿Por qué, entonces, se eligieron las fechas actuales para esta celebración, y cómo podemos estar seguros de que realmente no ocurrió en diciembre?

Si hacemos caso de lo que dice el Dr. Alexander Hislop en su libro “Las dos Babilonias”, podemos encontrar orígenes de la Navidad en la mismísima Babilonia: Nemrod fue deificado como Sol divino. Cuando sus enemigos lo derribaron pasó a ser representado por un leño, y más tarde, por un árbol siempre verde, cuando es resucitado.

“Ahora el Leño de Navidad es el tronco muerto de Nemrod, deificado como el Sol divino, pero derribado por sus enemigos; el árbol de Navidad es Nemrod redivivo... el dios que, habiendo recibido muerte, vuelve a la vida.”

Este leño era quemado el día 24 de Diciembre, y se substituía al día siguiente por un árbol “siempre verde.”

También es conocido que tanto griegos como romanos celebraban por estas fechas el Nacimiento del Sol Invicto, y que en sus saturnales acostumbraban a reunirse para intercambiar regalos y participar en banquetes. O también podemos conocer las celebraciones de Yule en Alemania e Inglaterra, con motivo del Solsticio de Invierno.

La verdad es que los orígenes de la Navidad no son en absoluto cristianos. The Chicago Tribune, en un artículo de diciembre del 92 señala que no es hasta el siglo IV, cuando el cristianismo se hace oficial en el imperio romano, que se escoge el 25 de diciembre como fecha del nacimiento de Jesús para hacerla coincidir con las celebraciones paganas. ”‘En lugar de luchar contra las fiestas paganas, decidieron participar en ellas e intentar sustituirlas,” dice Russell Belk, profesor de la Universidad de Utah.

The Encyclopedia Americana informa: “La razón para establecer el 25 de diciembre como la Navidad no está muy clara, pero por lo general se sostiene que se escogió el día porque correspondía con las fiestas paganas que se celebraban alrededor del tiempo del solsticio de invierno, cuando los días empiezan a alargarse, para celebrar el ‘renacimiento del Sol’. [...] Las saturnales romanas (una fiesta dedicada a Saturno, el dios de la agricultura, y al poder renovado del Sol), también tenían lugar en este tiempo, y se cree que algunas costumbres navideñas tengan sus raíces en esta antigua celebración pagana” (1977, tomo 6, pág. 666).

Y La New Catholic Encyclopedia reconoce: “No se conoce la fecha del nacimiento de Cristo. Los Evangelios no indican ni el día ni el mes. [...] De acuerdo con la hipótesis que sugiere H. Usener [...] y que la mayoría de los escriturarios de hoy aceptan, se asignó al nacimiento de Cristo la fecha del solsticio de invierno (el 25 de diciembre en el calendario juliano, 6 de enero en el egipcio), porque en este día, a medida que el Sol empezaba a regresar a los cielos norteños, los devotos paganos de Mitra celebraban el dies natalis Solis Invicti (natalicio del Sol Invicto). El 25 de diciembre de 274 Aurelio había proclamado al dios solar el patrón principal del imperio, y le había dedicado un templo en el Campo de Marte. La Navidad se originó en un tiempo en que el culto del Sol era especialmente dominante en Roma” (1967, tomo III, pág. 656).

La Cyclopædia de M’Clintock y Strong dice: “La observancia de la Navidad no proviene de designación divina, y el NT no le dio origen. De hecho, ni del NT ni de ninguna otra fuente puede determinarse el día del nacimiento de Cristo” (Nueva York, 1871, tomo II, pág. 276).

La verdad es que el nacimiento de Jesús sólo puede determinarse de una forma aproximada.

Podemos distinguir un mes llamado Kislev, en el calendario lunar judío, que comprendía nuestros meses de noviembre y diciembre. Este mes destacaba por ser frío y lluvioso. En Esdras 10.9, 13 se relata cómo “los hombres […] se juntaron en Jerusalén […] el noveno mes, el [día] veinte del mes, […] tiritando debido al asunto y a causa de las lluvias cuantiosas[…]. Y esta es la estación de las lluvias cuantiosas, y no es posible permanecer afuera.”

El siguiente mes es Tebet, que comprende diciembre y enero, el mes con las temperaturas más bajas del año, incluso alguna nevada en las zonas altas. Sin embargo, el relato bíblico nos dice en Lucas 2:8: “También había en aquella misma zona pastores que vivían a campo raso y guardaban las vigilias de la noche sobre sus rebaños.” Por tanto, es contradictorio pensar que la fecha del nacimiento de Jesús tuvo lugar en Diciembre; lo más sensato, sería situarla en una época del año más calurosa.

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